COP27: Es hora de hablar de hidrógeno

por:Pragati Verma

Este es el primer artículo de una serie sobre el hidrógeno y sus retos. Lea la segunda parte

El hidrógeno y su potencial como combustible limpio acaparan titulares, ya que países que representan más de la mitad del PIB mundial anunciaron un plan a 12 meses vista en las conversaciones sobre el clima de la COP27, celebradas en la localidad costera egipcia de Sharm el-Sheikh a principios de este mes.

El combustible del futuro

Todas las estrellas parecen alineadas para que el hidrógeno contribuya a que las tecnologías limpias sean más baratas y accesibles en todas partes. He aquí por qué: El grupo de 47 países, entre los que se encuentran Australia, China, los Emiratos Árabes Unidos, la Comisión Europea y todas las naciones del G7, acordó desplegar al menos 100 valles del hidrógeno, ecosistemas de hidrógeno integrados localmente que agrupan varias iniciativas industriales y de investigación para llevar a cabo proyectos piloto en toda la cadena de valor del hidrógeno. Además, su objetivo de desplegar "50 plantas industriales de emisiones netas cero a gran escala" probablemente creará demanda de producción de hidrógeno.

Aunque la COP27 envió una clara señal de orientación política a inversores y empresas, este impulso al hidrógeno no es nuevo para el sector energético, que ya ha estado aumentando sus inversiones en tecnologías más limpias y sostenibles para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas. Philippe Allienne, director de expansión industrial de Greene Tweed, afirma: "Cada vez son más las grandes petroleras que persiguen proyectos multimillonarios de hidrógeno para reducir las emisiones de carbono y crear un futuro sin carbono a largo plazo. En la generación de electricidad, el hidrógeno es una de las principales opciones para almacenar energía procedente de fuentes renovables en grandes cantidades durante un largo periodo. Bajo la presión de la descarbonización, la industria del transporte persigue vehículos propulsados por hidrógeno, como autobuses, camiones e incluso aviones. 

Las industrias que consumen mucha energía, como la fabricación de cemento y acero, están reconfigurando sus procesos para sustituir las fuentes de energía basadas en combustibles fósiles por el combustible de hidrógeno".

Obstáculos

Los defensores del hidrógeno han identificado varias aplicaciones potenciales para salvar el planeta y han puesto en marcha megaproyectos apasionantes. Aunque los planes para producir y utilizar hidrógeno siguen adelante, persisten varios retos para posicionarlo como el combustible fiable, limpio y de próxima generación. En primer lugar, las cantidades de moléculas de hidrógeno que se producen de forma natural son limitadas y la forma más barata de fabricar hidrógeno utiliza petróleo o gas natural y requiere mucha energía, al tiempo que emite una enorme cantidad de dióxido de carbono, lo que va en detrimento de los beneficios para la sostenibilidad.

Existen varios métodos para producir hidrógeno que reducen o eliminan estos inconvenientes

 emergente. El hidrógeno azul, por ejemplo, se obtiene del gas natural, pero se aplica una tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para capturar las emisiones de dióxido de carbono y almacenarlas bajo tierra. El objetivo a largo plazo es fabricar hidrógeno verde a partir de agua mediante electrólisis utilizando electricidad renovable, idealmente procedente de fuentes eólicas o solares. Sin embargo, la tecnología de pilas de combustible necesaria para producir hidrógeno verde es costosa, y hoy en día existe una infraestructura muy limitada para producir o transportar el hidrógeno verde o azul necesario para crear una economía sostenible del hidrógeno.

Además, el hidrógeno es extremadamente inflamable y explosivo, lo que dificulta su almacenamiento y transporte. Debido a su baja densidad energética, su almacenamiento y transporte requieren grandes volúmenes, altas presiones o procesos criogénicos para almacenarlo de forma compacta en estado líquido. Además, puede hacer que los metales se vuelvan quebradizos, y actualmente muy pocas tuberías son adecuadas para transportar hidrógeno puro. El hidrógeno es una de las moléculas más pequeñas y puede permear casi todos los materiales, por lo que es muy difícil de sellar.

Los debates continúan, pero los recientes anuncios en la COP27 y en otros foros dejan clara una cosa: el hidrógeno desempeñará un papel fundamental en un futuro energético limpio, seguro y asequible en las próximas décadas.

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