La desalinización: Una solución prometedora

por:Greene Tweed

Este es el segundo artículo de una serie sobre los retos de las bombas de desalinización de agua. Lea la Parte 1 y la Parte 3

El reto de la escasez de agua se complica por el hecho de que el 97% del agua de la Tierra es agua salada, que se encuentra en mares y océanos. Por ello, en muchas partes del mundo se está recurriendo a la desalinización: extraer la sal del agua de mar a gran escala y convertirla en agua dulce apta para beber, cocinar, bañarse y varias aplicaciones de procesos industriales de alta pureza, como la fabricación de componentes electrónicos, productos farmacéuticos, productos químicos, calderas, agua de alimentación, aplicaciones médicas y sistemas de recuperación de aguas residuales.

Hoy en día, la forma más eficaz y extendida de desalinizar es la ósmosis inversa. Introducida hace medio siglo, transfiere el agua a través de una serie de membranas semipermeables que empujan el agua a través de filtros a alta presión para atrapar la sal y los minerales por un lado y dejar pasar el agua pura.

El proceso se ha ido haciendo cada vez más eficaz y barato, lo que ha llevado al desarrollo de plantas más grandes y mejores membranas y métodos de recuperación de energía. Varios países de todo el mundo utilizan actualmente la ósmosis inversa. Es la savia de lugares áridos como Oriente Medio, donde más de la mitad del agua potable procede de instalaciones de desalinización. Con los años, la desalinización ha empezado a abrirse camino en otras partes del mundo con escasez de agua, como California (EE.UU.), España, Australia y China.


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