Cómo elegir la junta adecuada para sus instrumentos analíticos
Este es el primer artículo de una serie sobre juntas para instrumentos analíticos. Lea la segunda parte
No es ningún secreto que la demanda de diagnósticos más precisos y rápidos está impulsando a los fabricantes de instrumentos analíticos hacia sustancias químicas más duras y complejas. Sin embargo, las mismas sustancias químicas que permiten realizar análisis innovadores exigen cada vez más de los materiales de construcción de los componentes utilizados en estos instrumentos. Y la eficacia de los instrumentos analíticos, como los sistemas de cromatografía, los analizadores de hematología, los sintetizadores de ADN, los espectrómetros de masas y los sistemas de diagnóstico in vitro, depende de la capacidad de los materiales de sus componentes para manejar sustancias químicas agresivas, como ácidos, disolventes y gases reactivos.
Considere las juntas de elastómero, como las juntas tóricas, que forman una barrera crucial entre los componentes internos de los instrumentos y las sustancias químicas que se analizan. La exposición prolongada a sustancias químicas agresivas, especialmente en condiciones extremas de presión y temperatura, puede provocar la degradación de las juntas, con las consiguientes fugas, contaminación, tiempos de inactividad imprevistos y disminución del rendimiento de los instrumentos.
Una gran parte de lo que hace que una junta sea duradera, especialmente en las duras condiciones de las ciencias de la vida, es el material que la compone. "Los grupos de materiales elastoméricos más utilizados van desde los NBR, HNBR y EPDM para aplicaciones menos extremas hasta materiales más especializados como Fusion® FKM, Fluoraz® FEPM y Chemraz® FFKM para entornos más exigentes", explica Richard Dilorio Jr, Director de Expansión Industrial de Greene Tweed. Según él, los fabricantes de instrumentos analíticos deben sopesar muchos factores, como la compatibilidad química y la capacidad de soportar temperaturas y presiones extremas.
A continuación se presentan algunos elastómeros de uso común y sus características para ayudar a los usuarios a comprender qué material es el más adecuado para su aplicación.
- EPDM: Los elastómeros de EPDM ofrecen una buena resistencia al agua caliente, al vapor y a disolventes polares como etanol, metanol y amoníaco a temperaturas de hasta 149°C (300°F).
- FEPM: Si la aplicación necesita elastómeros que puedan ofrecer una resistencia extrema al vapor, entonces el FEPM como el Fluoraz° es una gran elección, especialmente si no hay presentes fluidos como hidrocarburos y aceites.
- FKM: Los fluoroelastómeros, como Fusion®, son conocidos por sus excelentes propiedades a altas temperaturas, resistencia química y buen ajuste por compresión. Estos materiales son ideales para aplicaciones en las que intervienen ácidos, disolventes y reactivos.
- FFKM: Los materiales perfluoroelastómeros de primera calidad FFKM, como Chemraz®, son conocidos por su resistencia a una amplia gama de productos químicos, como ácidos inorgánicos y orgánicos, bases, cetonas, ésteres, aldehídos, alcoholes y combustibles. Además, Chemraz® ofrece una notable capacidad a altas temperaturas y una excepcional resistencia al vapor por encima de 177 °C/350 °F, y puede esterilizarse repetidamente por todos los métodos convencionales, garantizando al mismo tiempo un rendimiento fiable. Esto convierte a los sellos y juntas Chemraz® en la mejor elección para aplicaciones como cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC), procesamiento de tejidos, sintetizadores automatizados, analizadores de sangre y otras aplicaciones de instrumentación analítica.
No es difícil comprender por qué es importante adaptar el material de la junta a las necesidades de sus aplicaciones y cómo un material elastómero incompatible podría comprometer la integridad de las juntas y, a su vez, la fiabilidad, la vida útil y la precisión de los instrumentos analíticos.